Cada vez que un SEO se enfrenta a un nuevo cliente se enfrenta a un nuevo desafío que nada tenía que ver con el anterior. Esto es algo que cualquiera que haya trabajado en la consultoría SEO sabe bien. Sin embargo, hay algunas fases que se repiten y que siempre se dan.
Hoy, te contamos cuáles son esas fases del trabajo de un consultor SEO, de forma que puedas empezar a trabajar con clientes desde ya (o, en el caso de que seas un cliente, sepas qué es lo que te vas a encontrar al contratar a un SEO… ¡Que damos mucha guerra!).
Keyword Research
Es imprescindible realizar un buen Keyword Research que nos permita comprobar si la web está correctamente orientada a la búsqueda que realiza nuestro potencial cliente, este estudio de palabras clave nos permitirá optimizar posteriormente todas las páginas de la web, así como nos ayudará a preparar el calendario editorial para el blog en el caso de tenerlo.
Puedes aprovechar y estudiar, que no espiar a la competencia que te servira tanto para realizar el keyword research como para ir conociendo el mercado de tu cliente o proyecto seo.
Auditoría Seo
El siguiente paso o a veces paralelo al anterior, en cualquier trabajo que se vaya a realizar con un cliente es auditar su proyecto a nivel de SEO. Al fin y al cabo, si vamos a trabajar con él, tendremos que saber en qué situación se encuentra.
No es una buena práctica, desde mi experiencia, hacer una primera auditoría superficial de forma gratuita para que el cliente vea los errores más graves que tiene, y, posteriormente, cuando dé el visto bueno, hacer una en mayor profundidad, ya que la muchas de las veces, se quedará con la auditoría básica y se lo pasara a su informático, para que solucione los errores, aunque muchas veces meten la pata al solucionarlos.
En cualquiera de los dos casos, será conveniente que la auditoría seo incluya:
Diseño y UX
El análisis del diseño y de la experiencia de usuario tiene que ver con la arquitectura del sitio web, la navegación por la página, la velocidad de carga y el WPO, que no haya errores, etc.
Detectar este tipo de información es muy sencillo si se hace a un nivel superficial (Screaming Frog te aporta prácticamente todos los datos que necesitas), pero hacerlo a un nivel detallado y entender bien qué está sucediendo en cada caso puede requerir más trabajo.
Además, como es natural, a mayor tamaño tenga el sitio, más difícil y costoso será llevar a cabo la auditoría.
Rastreabilidad e indexación
Otro punto imprescindible al auditar un sitio web es el de la rastreabilidad y la indexación. Es decir, qué tan bien puede recorrer la web el robot de Google y qué tan bien está indexando las páginas.
Aquí, de nuevo, hay que vigilar la arquitectura web, los tipos de enlaces internos existentes (dofollow, nofollow y ofuscados) y las páginas que estén en index o no index.
Por ejemplo, uno de los errores más habituales es la indexación de páginas que no aportan ningún valor y que impiden que otras páginas relevantes posicionen mejor.
La detección a grandes rasgos de este tipo de páginas se puede llevar a cabo con relativa facilidad, por lo que se puede incluir en una primera auditoría gratuita a modo de ejemplo.
Sin embargo, un buen trabajo para entender qué se está indexando y qué no, por qué o un buen estudio del enlazado interno puede llevar mucho más tiempo. Si se entra en profundidad (analizando logs, por ejemplo), el trabajo puede ser una auténtica bestialidad.
Es por ello que ese análisis más profundo es recomendable hacerlo en un segundo momento, cuando el cliente haya confirmado el presupuesto.
Contenidos
Una tercera parte de la auditoría deberá estudiar, por supuesto, los contenidos. Son una pata fundamental de cualquier proyecto web y, si no están correctamente trabajados, con tan solo arreglar esto ya se puede conseguir una mejora sustancial en los resultados del negocio.
¿Qué se puede evaluar al analizar la situación de los contenidos? Pues el grado de optimización de los mismos, si existe canibalización de palabras clave, si hay un orden coherente entre ellos, si están enfocados a objetivos, etc.
En general, este es un trabajo que requiere profundidad para hacerlo bien. Por tanto, es recomendable que, en una primera aproximación a la auditoría gratuita, se haga un testeo de una muestra de los contenidos. Una vez se empiece a trabajar con el cliente, se deberá realizar en profundidad y a continuación trabajar una buena Redacción de Contenidos.
Linkbuilding
Cómo no. Esta es una de las patas que más negocios online ha matado, y, por lo tanto, los SEOs tenemos mucho trabajo aquí. No nos vamos a detener en exceso, porque sobre cómo hacer linkbuilding ya hay mucho escrito (te recomiendo hacer clic en el enlace si quieres saber más).
Simplemente, habrá que evaluar la situación, si existe alguna penalización o riesgo de sufrirla, si el linkbuilding está bien hecho, si no existe linkbuilding, si se puede mejorar… En fin, evaluar si se está haciendo lo indicado en el enlace anterior o no.
Hacer esto a un nivel superficial es relativamente fácil si se cuenta con las herramientas necesarias. Hacerlo a un nivel profundo puede ser bastante más complicado, por lo que no debería hacerse de forma gratuita.
Plan de promoción
Por último, aunque no es un trabajo estrictamente de SEO, también puede ser recomendable evaluar cuál es el plan de promoción del negocio. Por ejemplo, aquí se podría evaluar el rendimiento de las redes sociales y cómo están funcionando.
Aquí no vamos a profundizar mucho porque no es un tema estrictamente de SEO y por una segunda razón más importante: No todos los SEOs tienen conocimientos sobre otras formas de promoción, por lo que no todos los SEOs podrán ofrecer este servicio a su cliente.
No obstante, señalar que, si sí tienes esos conocimientos, puedes integrarlo en la auditoría SEO que realices a tu cliente (y posterior planificación de estrategia, por supuesto), y aportarle mucho más valor que otros SEOs que no tengan esos conocimientos.
Plan de acción y objetivos
Una vez se haya realizado la auditoría en profundidad, habrá que pasar a crear el plan de acción y la definición de los objetivos. En este punto, hay que señalar que el cliente suele querer unos objetivos irrealizables, y será trabajo del SEO convencerle de rebajar esas expectativas.
Corto plazo
Para el corto plazo (digamos, el primer trimestre), el principal objetivo debería ser corregir los problemas detectados en la auditoría. En webs pequeñas se pueden corregir todos. En webs más grandes habrá que corregir solamente los principales y, después, ir corrigiendo los más pequeños.
Además, es importante mencionar que, de cara a tener satisfecho al cliente, es conveniente que, ante la necesidad de elegir dónde destinar recursos, se elijan aquellos arreglos que más rápidamente pueden realizarse y más rápidamente pueden traer tráfico y ventas, aunque sean pocas.
Nota que esto significa que, quizá, estés dejando de lado otros arreglos que podrían traer cantidades mucho mayores de tráfico y ventas. Sin embargo, esos cambios podrían tardar mucho más tiempo en producirse, y tu cliente podría impacientarse.
Mi recomendación es hacer pequeños cambios al principio (si la web es grande como para tener que priorizar), de forma que el cliente vea pequeñas mejoras incrementales y construyas una confianza suficiente para, después, poder aplicar cambios mayores.
Medio plazo
Los objetivos a medio plazo (seis meses o un año) deberían ser terminar de corregir los problemas detectados en la auditoría que todavía no se hayan corregido, y empezar a expandir las posibilidades que tiene la web.
Esto incluye la generación de nuevos contenidos, trabajar el linkbuilding, optimizar CRO, enfocarse a nuevos targets, etc.
En este punto es fundamental un buen entendimiento entre el SEO y el cliente, porque el punto anterior es relativamente común a todos los proyectos (las cosas que hay que arreglar suelen ser siempre las mismas, y la opinión de los clientes no importa demasiado), pero a la hora de definir objetivos que conseguir, cada proyecto es un mundo.
Será fundamental que el SEO entienda qué es lo que desea el cliente, y será fundamental que el cliente entienda qué puede hacer el SEO para obtener dichos resultados. Por ello, la comunicación será imprescindible y deberá ser fluida.
Largo plazo
A largo plazo (más de un año vista), los objetivos a nivel de SEO y de negocio deben estar muy alineados. Es decir, no se pueden definir unos objetivos para el SEO y unos objetivos distintos para el resto del negocio. Debe estar integrado.
Esto implica una colaboración mucho más cercana, un buen planteamiento de los presupuestos y realizar proyecciones para los meses siguientes.
Además, el SEO deberá entender qué objetivos empresariales tiene el cliente a nivel de empresa: ¿Quiere expandirse a otros países? ¿Quiere empezar a vender una nueva línea de productos? ¿Quiere enfocarse a un nuevo target?
Todo eso son decisiones empresariales del negocio en sí mismo, pero que, inevitablemente, se deben contemplar a un nivel de SEO, porque, a partir de lo hecho en los dos puntos anteriores, el trabajo del cliente y del SEO estará muchísimo más unido.
¡Trabajo duro!
Una vez se han definido los objetivos, como es lógico, hay que ponerse a trabajar. De nada sirve la planificación si no se ejecuta. Y te pagan por ejecutar, recuerda.
En general, en este punto no hay mucho más que añadir a lo que ya dijimos sobre las fases de un proyecto SEO. Vas a tener que trabajar como lo harías en un proyecto propio (quizá con más burocracia y objetivos ligeramente distintos, pero sin demasiada diferencia).
Por tanto, mi recomendación es que visites esa otra guía por si tienes alguna duda. No vamos a desarrollarlo de nuevo aquí porque no tiene mucho sentido.
Convence a tu cliente de que te deje trabajar
Antes de pasar a los resultados, creo que es importante mencionar un aspecto clave que sí suele ser distinto cuando se trabaja con un cliente: No te deja trabajar.
Es normal. Si a la mayoría de nosotros nos cuesta externalizar cuando entendemos qué es lo que va a hacer la persona en la que vamos a delegar, imagínate para el dueño de un negocio que no tiene ni idea de lo que vas a hacer.
Es por ello que antes mencionábamos que hay que hacer pequeños arreglos iniciales que permitan generar confianza. Porque, de lo contrario, el cliente va a estar continuamente encima de ti diciéndote cómo deberías hacer tu trabajo, pero sin tener ni idea.
Por tanto, invierte tiempo en convencer a tu cliente de que tiene que dejarte trabajar. En ocasiones, es mejor dejar a un cliente que no te deja trabajar a gusto, porque nada bueno puede salir de una relación laboral así.
Si ambos tenéis claro que cada uno tiene que hacer su trabajo y que el profesional en el SEO eres tú, las cosas irán muchísimo mejor.
Resultados
Y, por supuesto, periódicamente habrá que ver qué tal han ido las cosas. Es el momento de extraer los datos y comparar con la situación previa. Y, por supuesto, presentárselos a tu cliente.
Recuerda los objetivos del plan de acción
En este punto, es fundamental que recuerdes bien cuáles eran los objetivos marcados en el plan de acción con tu cliente. Y, sí, no debes hacerte trampas. Si los objetivos eran unos y no se han cumplido, el cliente debe saberlo.
Básicamente, debes comparar los objetivos marcados con los resultados obtenidos. Si lo haces de una forma honesta, será una información útil para marcar los próximos objetivos, así como para pivotar y obtener mejores resultados próximamente.
Pocos datos, pero relevantes
A la hora de presentar la información a tu cliente, es importante que ofrezcas pocos datos, pero que éstos sean relevantes. Al fin y al cabo, tu cliente no entiende qué es eso del CTR en las SERPs, y, probablemente, tampoco le importe mucho.
Hay que entender que hay métricas y KPIs que son fundamentales para el SEO, pero que no tienen la menor importancia para el cliente. Destila la información que tienes y ofrécele lo importante: Visitas, ventas, valor medio del pedido, ganancias, etc. Ten en cuenta que muchas veces el dueño de un ecommerce estará solo interesado por las ventas.
Optimización y nuevos horizontes
Por último, como en el caso de que estés gestionando un proyecto propio, tendrás que optimizar y explotar nuevas oportunidades.
Vamos a hacer un breve recordatorio al respecto, pero, si quieres profundizar un poco más, te recomiendo visitar el artículo antes enlazado, donde se desarrolla con algo más de profundidad.
Revisión y mejora
Aprovechando las cuentas de resultados que vas a tener que presentar a tu cliente, deberías evaluar la situación en la que está el proyecto y ver qué elementos se podrían mejorar.
Por ejemplo, ¿la web tiene una tasa de conversión inferior a otras webs parecidas que has gestionado o estás gestionando actualmente?
Esta pregunta puede significar, literalmente, una diferencia del 50% de la facturación online de un negocio, con el simple paso de una tasa de conversión del 2 al 3% a través de optimizar el CRO.
Y lo mismo se puede decir de todo lo que tiene que ver con la captación de tráfico orgánico desde segundas y terceras posiciones a través de optimizar títulos y descripciones, o de obtención de emails a través de popups, o mil cosas.
Por tanto, no te quedes en lo que habías pensado en un primer momento y pases por las cuentas de resultados con tu cliente como “algo que hay que hacer”. Aprovecha esa información que le presentas para, tú mismo, detectar cosas mejorables.
¿Hay oportunidades que explotar?
Según vayas trabajando la web de tu cliente irás recibiendo una buena cantidad de datos y, además, irás conociendo mejor el sector de tu cliente. Esto te puede dar una buena cantidad de ideas que, si las planteas a tu cliente, puede redundar en beneficio para ambos.
Por ejemplo, imagina que, revisando los datos de Analytics, detectas que está llegando una cantidad interesante de tráfico de otro país. Quizá haya una comunidad española en Alemania que no encuentra allí el producto que se vende en la tienda online de tu cliente, y que llega a tu web porque en las webs alemanas no encuentra respuesta.
Imagina que tu cliente no hace envíos a Alemania. ¿No sería interesante presentarle la oportunidad de orientar las partes más relevantes de la web al mercado alemán, también? Quizá creando un directorio en alemán para los principales productos y palabras clave.
Otra posibilidad es que estés detectando que se utiliza el buscador de la web para un producto que actualmente no tienes en venta, pero que encaja perfectamente en el modelo de negocio de tu cliente. ¿Por qué no plantearle su inclusión?
No solo se conseguiría una mayor cantidad de ingresos derivados de la propia venta del producto, sino que se estaría consiguiendo una mejor respuesta de usuario, porque, ahora, esas búsquedas no saldrían de la web para realizar la misma búsqueda en Google. Y eso es muy positivo a nivel de SEO.
En fin, siempre hay oportunidades para hacer que el negocio de tu cliente vaya más allá de lo que parecía en un principio. No pierdas la oportunidad de planteárselas. Incluso si al final no lo hacéis, tu cliente valorará positivamente tu proactividad.
Como ves, trabajar con un cliente no es fácil, y hacerle un buen trabajo de SEO es todavía más difícil. Es por ello que lo más recomendable es tener presente lo mencionado en esta guía e ir trabajando mano a mano con él para conseguir los mejores resultados posibles.